En nuestro país, la industria avícola (huevo y carne), en su relación con el campo, ocupa poco espacio físico (m2), pero es un gran aliado en el consumo de la producción agrícola (principalmente maíz y complejo soja).
Esta industria en general consume mensualmente un aproximado de 510.000 Tn de alimento balanceado, lo que implica 260.000 Tn de maíz, y 110.000 tn de soja, que incluye un proceso pára obtener sus derivados (expeller de soja, soja desactivada, soja extrusada, harina de soja, etc), con la correspondiente mano de obra y su valor agregado.
La industria avícola, participa en la exportación (divisas para nuestro país) con productos procesados (carne avícola y huevo industrializado).
La participación en el consumo interno de dichos productos avícolas en el 2021:
Huevo: 260 huevos Per cápita año
Carne de Pollo: 48 kg per cápita año
Toda esta cadena productiva, que incluye un camino que parte desde las gallinas “abuelas”, plantas de incubación, granjas de recría, granjas de producción tanto de reproductoras como de animales para consumo, frigoríficos avícolas, plantas industrializadoras de huevos, plantas de alimento balanceados, transportes/logística que unen dichos eslabones de la cadena, generan una importante fuente de mano de obra, tanto a nivel rural como urbano.
La avicultura en nuestro país, al igual que en el mundo, se torna cada dia mas exigente en cuanto a la calidad genética, a la infraestructura a nivel productivo, incorporando el concepto de bienestar animal y calidad de procesos. Todo esto para lograr tener productos avícolas de gran calidad y seguridad alimentaria. El campo, participa en gran medida, produciendo materias primas también de calidad superior, acompañando dicho proceso productivo.
Esta alianza productiva campo/industria avícola, cada dia se sinergiza y potencia, generando interesantes perspectivas de negocias tanto a nivel nacional como internacional.
