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Manejo de luz en Ponedoras.

Las gallinas, durante su vida, pasan por diferentes “momentos”, como son la etapa de Recría, que va desde su nacimiento hasta las 17 semanas de vida aproximadamente. Luego pasan a la etapa de Producción, que normalmente es cuando las aves ponen huevos, donde se puede hacer dos ciclos con un replume en medio para mejorar calidad de cascara, o ir a lo que actualmente se está haciendo, que es un ciclo de 100 semanas y 500 huevos.

Además de estas fases por las que pasan las gallinas en su vida, también se desarrollan y producen, en galpones abiertos que son los tradicionales de cortinas, o los galpones de ambiente controlado, también llamados cerrados, donde todas las variables ambientales (temperatura, humedad, iluminación), son controlados en forma automática.

La iluminación participa activamente en el proceso de maduración de los órganos sexuales, que son fundamentales en lo referente a la postura. A medida que transcurre el proceso de RECRIA, y conforme se vayan logrando buenos pesos según lo esperado por las líneas genéticas, y con una buena uniformidad del lote, en determinado momento, se realiza la estimulación mediante la luz. De lo contrario, si tenemos un lote que es desuniforme o desparejo, con aves pequeñas, y procedemos a estimularlas mediante luz, vamos a obtener un lote que va a poner huevos de pequeño tamaño y desuniforme en % de postura.

Para paliar este tipo de cuestiones, se debe tomar como regla que, durante la recría de las aves, debemos guiarnos para cualquier manejo (como por ej. el cambio de fase de alimento), con el peso del ave, más que la edad cronológica. Ósea idealmente deben estar “alineados” la edad con el peso, en base a lo requerido por los manuales de genética. De esta manera, lograremos ir a la par el crecimiento/peso, la uniformidad, y edad. Un ejemplo practico, si el ave tiene 12 semanas de vida, pero pesa como un ave de 10 semanas, se debe considerar como de 10 semanas, para por ej la fase o etapa de alimento.

Así como a lo largo del año, varía la temperatura, también lo hace la cantidad de horas de luz con las que disponemos, y esto si o si debemos tenerlo en cuenta, y asi poder “suplementar” dicha iluminación, y poder brindar cantidad y calidad de luz a las aves.

Dos reglas básicas que tenemos que recordar con respecto al planes de luz:

  • Durante la recría nunca tener luz CRECIENTE, siempre DECRECIENTE O CONSTANTE.
  • En producción nunca luz DECRECIENTE, siempre CONSTANTE. 

Estos principios son muy fáciles de cumplir en galpones cerrados u oscuros, pero no ocurre lo mismo en los galpones convencionales o abiertos, sobre todo durante la etapa de recría.

Etapa en la cual no le prestamos mucha atención a la luz y después vemos que lotes se atrasan mucho para romper postura y otros por lo contrario se nos adelantan con huevitos como de paloma.

Generalmente pensamos en el alimento, la genética, la incubación, etc. etc. etc. Miramos para afuera y olvidamos mirar un poco para adentro, y seguramente el lote que se atrasó mucho en romper postura tuvo luz decreciente en la recría y no se le hiso un plan de luz acorde con un buen estimulo en el momento necesario.

El otro lote que se adelantó y puso huevos muy chicos, le ocurrió lo contrario, transcurrió su recría con luz creciente, sobre todo la última mitad, esto adelanto su madurez sexual.

Estas diferencias de luz creciente o decreciente siempre van a ocurrir en los galpones abiertos, si no planificamos el programa de luz para ese lote desde el día 0.

Lo importante es recordar que como cambia la temperatura a lo largo del año, también van cambiando las horas de luz natural, siendo el día más corto el 21 de junio y el más largo 21 de diciembre.

Si en nuestras recrías, hipotéticamente hacemos siempre lo mismo, misma genética, mismo alimento, mismo plan de vacunación, etc., pero no ingresamos siempre en la misma fecha y no hacemos ningún programa de luz, tendremos resultados muy diferentes en los distintos lotes.

La luz es muy importante en producción, cosa muy sabida, pero también lo es en la recría que ingresan fuera de estación.   

 “Las gallinas cuando van llegando a la edad de producción (esto es a partir de las 17-18 semanas de vida), deben ir teniendo horas de luz “creciente” y constantes. Nunca deben ser decrecientes.”

Pautas a tener en cuenta:

  • Deben disponer de una intensidad de 10-15 lux (unidad de medida para la intensidad de luz).
  • Buena distribución, evitar conos de sombras.
  • La suplementación de luz artificial en otoño-invierno, se debe realizar una parte por la mañana y otra por la tarde-noche. No hacerla todo por la mañana o todo por la tarde-noche, porque esto va a afectar a las aves, por la variación de horas de luz natural, según la época del año que se trate.
  • La estimulación que produce la luz, no solo entra por los ojos. Mientras duermen, también se estimulan.
  • Las lámparas deben estar limpias, y debemos controlar que todas funcionen, siempre.
  • La suma en horas de luz natural + luz artificial, debe ser de 16-17 hs, constante, todo el año. Tener en cuenta, que se puede sumar 1 hora extra a la madrugada (también se le llama  “supercena”), en gallina “vieja” en horas de la madrugada, para que ese consumo extra de alimento colabore a mejorar la calidad de cascara del huevo que se está formando para el día posterior.
  • Tener en cuenta que la hora de encendido, modifica el horario de puesta de las aves. Ósea a las suplementaciones, tenerlas muy en cuenta.

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