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Estrategias nutricionales para mitigar el estrés térmico en Porcinos

Frente a las proyecciones de aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor debido al cambio climático se han comenzado a utilizar diferentes estrategias para mitigar los efectos del estrés térmico.

La zona termoneutral de la cerda varía de 12 a 22°C, según peso y etapa reproductiva.

Las cerdas en gestación tardía requieren 0,8°C menos que las vacías o en gestación intermedia.

La cerda lactante tiene una mayor producción de calor debido a la síntesis de leche y catabolismo corporal.

Las cerdas pueden empezar a sufrir estrés térmico cuando la temperatura ambiente supera los 22°C, especialmente cuando se asocian con altos niveles de humedad.

Los genotipos modernos producen más calor corporal debido a su mayor actividad metabólica.

Animales de mayor peso corporal son más sensibles a las altas temperaturas.

Termorregulación

Los cerdos son susceptibles a las altas temperaturas por carecer de glándulas sudoríparas funcionales.

El intercambio de calor se produce a través de 4 mecanismos:

Perdida de calor sensible por conducción, convección y radiación, dependen del gradiente térmico existente entre el animal y su entorno

Perdida latente de calor por evaporación (jadeo), depende de un gradiente de presión de saturación de vapor de agua.

Cuando el cerdo ya no es capaz de mantener el equilibrio entre producción y perdida de calor mediante un intercambio sensible, el mecanismo latente se activa aumentando la frecuencia respiratoria, esto es lo que define el momento en que el animal alcanza su temperatura critica máxima.

Consecuencias de no mantener el equilibrio térmico

  • Aumento del flujo sanguíneo periférico: se desplaza el flujo sanguíneo hacia el musculo esquelético y la piel para mejorar la disipación de calor provocando hipoxia intestinal, daño tisular por liberación de radicales libres, aumentando transferencia de toxinas y patógenos, esto produce menos absorción y digestibilidad de los nutrientes
  • Menor flujo de nutrientes a la placenta afectando calidad de los lechones al nacimiento.
  • Consecuencia sobre la microbiota intestinal: se produce una disbiosis intestinal e inflamación e infecciones por agentes patógenos
  • Consecuencias sobre las propiedades hematológicas y volumen plasmático: al aumentar la frecuencia respiratoria provoca alcalosis respiratoria que altera el equilibrio acido-base, el hematocrito puede reducir hasta un 17%
  • Consecuencia sobre el estado endócrino: el estrés térmico disminuye la concentración de T3 y T4, aumenta los niveles de cortisol, altera la dinámica de la insulina promoviendo la lipogénesis para reducir la producción de calor metabólico y aumenta el uso de proteínas para gluconeogénesis, estas respuestas explican el incremento en la acumulación de grasa corporal.
  • Consecuencias en la ingesta y comportamiento alimenticio: reducen su apetito para disminuir la producción de calor por efecto termogénico del alimento, en lactancia por cada grado de aumento de temperatura encima de la temperatura critica máxima se reduce la ingesta en 462 a 524 grs por grado.

Impacto del estrés térmico

  • Anestro por perdida de condición corporal retrasando el crecimiento folicular
  • Intervalo destete celo prolongado.
  • Menor tasa de parto, 10 a 15%
  • Menor prolificidad, 1 a 1,5 lechones
  • Mayor mortalidad embrionaria (primera etapa de la gestación)
  • Más nacidos muertos.
  • Mortandad en el periparto
  • Reducción del consumo de alimento.
  • Menor producción láctea y peso al destete.
  • Menor ganancia de peso, hasta 5 kg en el engorde.
  • Peor calidad de canal con mayor deposición grasa.

Estrategias nutricionales

Las soluciones nutricionales buscan atenuar los efectos directos en términos de reducción del estrés oxidativo y mejora de integridad intestinal.

  • Suplementación dietética con superóxido exógeno dismutasa y catalasa.
  • Betaína, actúa como osmoprotector y donador de grupo metilo.
  • Selenio ,Zinc, vitamina C y tocoferol, protegen las membranas celulares de los radicales libres inhibiendo la formación de peróxidos.
  • Cloro, en estrés calórico se observa una disminución del cloro plasmático.
  • Cromo, mejora el estrés oxidativo,  aumenta la sensibilidad a la insulina mejorando los mecanismos de termorregulación.
  • Uso de ácidos orgánicos. Debido al aumento de la frecuencia respiratoria se produce una alteración en el equilibrio acido-base, alcalosis respiratoria, dicha alcalosis puede prevenirse con ácidos orgánicos como el butírico, que le da energía al enterocito y mejora la integridad celular y sistema inmune del cerdo. El ácido benzoico disminuye el pH urinario y luego el pH sanguíneo.
  • Uso de moduladores de la microbiota: el estrés térmico produce disbiosis y alteración de la barrera intestinal. Los probióticos y estimbioticos pueden modular la microbiota y mejorar la fermentación intestinal de la fibra y la producción de ácidos grasos de cadena corta, se reducen los patógenos oportunistas en favor de bacterias benéficas.
  • Uso de aceites esenciales, como el capsicum (proviene del chile), mejoran la adaptación del animal al calor, estimula la secreción de enzimas digestivas y promueve el consumo de agua y alimento, también tiene capacidad antioxidante, preservando la morfología intestinal.
  • Uso de palatabilizantes, mejora las propiedades sensoriales del alimento, el sabor placentero está relacionado con los carbohidratos como fructosa, sacarosa, lactosa, maltosa, galactosa. Aromatizantes frutales, vainilla, proporcionan un sabor endulzante que estimula los mecanismos de detección oronasal y estimula el consumo por parte del cerdo.
  • Garantizar el acceso a agua fresca, ideal 15°C

Consideraciones finales.

Ante el estrés térmico los ajustes fisiológicos utilizados por el cerdo provocan alteraciones en la bioquímica sanguínea, en el equilibrio acido base, estrés oxidativo, inflamación e integridad de la mucosa intestinal.

El uso de dietas de baja PB, equilibradas en AA y energía, más suplementación con enzimas, aditivos antioxidantes, ácidos orgánicos, uso de probióticos y estimbioticos para mantener la microbiota intestinal y aromatizantes para mejorar el comportamiento alimenticio son algunas herramientas utilizadas.

Todas estas estrategias nutricionales deben ser combinadas con estrategias ambientales para mitigar los efectos del estrés térmico.